Por Alejandro Borja
Es lo que hay, aunque sea un lugar común: “no tiene la culpa el indio (Miguel Angel Mendoza), sino el que lo hace compadre (Cruz Pérez Cuéllar)”. La cadena de irregularidades y manejos turbios en IPACUL, son responsabilidad del desinterés e ignorancia del alcalde.
Miguel Ángel Mendoza, es producto del desdén que históricamente los tres niveles de gobierno han tenido para estimular las actividades culturales. Es un burócrata, siempre políticamente correcto, trata de no incomodar a ninguno de sus jefes y menos contradecirlos y ello le ha permitido vivir décadas como “promotor cultural”, sin tener ni la vocación ni la emoción que se necesita para ello, durante esas mismas décadas ha tenido un trabajo desaseado, en algún momento voraz, como cuando formó una dupla depredadora con otro de su misma estirpe: Jorge Humberto Chávez.
Es suavecito de formas y de bajo perfil, lo que lo ha vuelto tan longevo en esos menesteres, pero acaba de caer la gota que derramó el vaso y sólo puede seguir al frente de IPACULT y mantener el marasmo de la cultura en Juárez, desde las esferas municipales; del Estado ni hablemos ya que para la Secretaría de Cultura el Estado termina en Sacramento, la frontera es área foránea. Decíamos, solo puede seguir al frente del IPACULT si se viola la ley y se encapricha Pérez Cuéllar.
Lo anterior, no obstante el gran dinamismo de los grupos culturales en la frontera, es increíble como el gran potencial y energía de los grupos de la sociedad organizada, no han sido lo suficientemente estimulados y canalizados.
“Frontera, pintando nuestra historia”
El evento convocado por IPACULT para pintar los puentes de la ciudad con murales…no tuvo un final feliz, los beneficiarios del proyecto fueron allegados a Miguel Angel Mendoza, como Bernardo Berlanga, su propio hijo, a través de “Nómada, estudio urbano” y otros cercanos, en un proceso turbio y sospechoso, que ya los artistas plásticos de la frontera, están impugnando incluso con manifestaciones que poca repercusión tienen en los medios de comunicación.
Pérez Cuéllar esta tan ocupado en asegurar su reelección, que no ven las montañas de basura en las calles, ni los baches en todas las calles de la ciudad. Sus energías están puestas en crear alianzas en armar el entramado de su reelección, que ciertamente se ve muy difícil, porque no se sabe de obras en beneficio de la ciudadanía sino de la voracidad de los tránsitos a quienes se les piden 2,000 peso diarios de cuota, según testimonio de varios de ellos mismos, dicho a este columnista bajo promesa de guardar el anonimato.
Volviendo a Miguel Angel Mendoza, sus dos periodos de tres años al frente del IPACULT, terminaron el mes de enero antepasado y esta muy claro en el acta de la asamblea del Consejo del Instituto del 5 de agosto de 2021, en el que en los puntos 5 y 6, queda claro que se debió haber abierto una convocatoria entre el 6 de septiembre y el 15 de octubre del mismo 2021, para elegir al nuevo presidente del IPACULT, para de esa manera tener el relevo que debió darse hace 18 meses, en enero de 2022.
El reglamento del Instituto deja muy claro que el cargo es por tres años y se permite una reelección y Miguel Angel Mendoza, suma más de nueve, de hecho ha estado en esa área con tres alcaldes: Serrano, Cabada y ahora Pérez Cuéllar.
Quien debe tomar medidas a la brevedad es el alcalde y regresar el orden jurídico al IPACULT, citando a la brevedad a junta del Consejo para el relevo, no se puede seguir dejando en ese lugar a quien sin escrúpulos maniobra para beneficiar a familiares y amigos con el presupuesto público.
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